En la calle Empedrado, que se localiza en el mismo corazón de la Habana Vieja, nominada por la UNESCO como Patrimonio de la humanidad, está La Bodeguita del Medio, lugar frecuentado por Ernest Hemingway.
Allí deleitaba su paladar con los famosos Mojitos, un trago de la coctelería cubana preparado con ron, limón, hierba buena, azúcar, agua gaseada y hielo. Desde que ingirió el primero quedó atrapado por la especialidad de aquel bar-restaurante.
Ángel Martínez, fallecido hace algunos años, fue el dueño y fundador del establecimiento que ha llegado a adquirir fama internacional.
En cierta ocasión una colega la preguntó a Ángel cuál de los personajes que había visitado La Bodeguita del Medio le había impresionado más. De inmediato mencionó a Nicolás Guillén, Poeta Nacional de Cuba, y a Salvador Allende, quien fuera presidente de Chile.
De entre sus recuerdos, Martínez dijo: “Hemingway nos visitó cuando le dieron el Premio Nobel y después yo estuve en su casa”.
Ambos se conocieron en 1954, durante el homenaje que le brindaron en una cervecería. Se hicieron amigos y juntos alzaron sus copas.
“Hemingway traía aquí a sus amigos para enseñarles la fotografía, porque él estaba fotografiado en La Bodeguita”, comentó el propietario del lugar.
Los años no han podido borrar las huellas de las personalidades que han estado en la cuna del Mojito en Cuba. Fotos, gallardetes, recuerdos de todo tipo y, sobre todo, cientos de miles de firmas en cualquier lugar de la centenaria edificación convierten a La Bodeguita del Medio en una de las atracciones turísticas de la capital cubana. Hay tanto de historia allí que la visita puede constituir un recuerdo para toda la vida.